Quinta semana de lucha contra las aguas. Primer consejo. Empieza a nadar ya. No esperes a querer enfrentarte a un Ironman o algo parecido para contactar con el agua… porque lo más probable es que alucines. Sí, no tiene nada que ver. Da igual tu estado de forma en las otras disciplinas del triatlón; ciclismo, running… Si no hay técnica, al segundo largo tienes el corazón en la boca si no se te ha caído al fondo de la piscina por el camino. Peeeeero creo que la paciencia y el sufrimiento darán sus frutos, porque las dos últimas sesiones de entrenamiento han sido diferentes. En algo habré mejorado para lograr cerrar dos sesiones de 2300 y 2000 metros de entreno sin que vuelvan a pasarse por la cabeza los «qué hago aquí», «el agua pá las ranas», «si me ahogo ahora no quedaré mal con la gente que sabe que he dicho que voy a hacer un Ironman», «en qué momento me metí yo en esto» y «ojalá se sequen los mares»… entre otras, porque la verdad, cuando empecé tragaba más agua de la que había en la piscina disponible, sobre todo con juguetes y ejercicios hechos para el sufrimiento como la tuba. En el siguiente post, publicaré un timeline de sensaciones por cada entrenamiento de natación.
Me piro, toca swimming! 2.500m con test de 500m y un poco de carrera.